Tokyo Electric Power (TEPCO), la operadora de la accidentada planta de Fukushima, aseguró hoy que los niveles radioactivos en aguas marinas derivados del vertido que comenzó en la víspera se encuentran “por debajo” del tope legal.
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“Estamos analizando el agua diluida en el mar y podemos confirmar que (el nivel de radiactividad emanado por tritio) se encuentra por debajo de los 1.500 becquereles por litro”, explicó hoy un portavoz de TEPCO, quien añadió que se continuará con los análisis diarios durante un mes entero y posteriormente a una frecuencia menor.
Las palabras del responsable de TEPCO se producen después de que Japón comenzara este jueves a verter al Pacífico agua contaminada procedente de la accidentada planta nuclear de Fukushima tras ser tratada para retirarle la mayor parte de residuos radiactivos, un proceso que se prolongará durante varias décadas y que sigue generando protestas dentro y fuera del país.
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La empresa “asegura transparencia”
Tras iniciar el vertido, la empresa mandó un barco para llevar a cabo un monitoreo de la zona y de las condiciones del agua, con el fin de “asegurar transparencia”, según dijeron en una rueda de prensa en la víspera.
En concreto, la compañía buscaría asegurarse de que el contenido de tritio -un isótopo radiactivo del hidrógeno- se encontraba por debajo de los 1.500 becquereles por litro, lo que supone siete veces menos que el límite de 10.000 Bq/l fijado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el agua potable.
El Ejecutivo nipón decidió en 2021 recurrir a la descarga controlada al mar como vía para deshacerse del líquido contaminado que se acumula en las instalaciones nucleares, donde se agota el espacio para los grandes tanques que lo almacenan, y lo que se considera un paso fundamental para el desmantelamiento de la planta.
El agua contaminada es tratada con el sistema ALPS, capaz de retirar por completo 62 tipos de materiales radiactivos, a excepción del tritio y del carbono-14.
Algunos países vecinos ya han mostrado su descontento ante este vertido como es el caso de China, que anunció en la víspera la suspensión de la importación de todos los productos acuáticos procedentes de Japón para “prevenir el riesgo de contaminación radiactiva”.